Hoy es lunes y de nuevo empiezo mi período de desintoxicación… la semana pasada fue muy intensa respecto a este tema, algunas de las novedades las publiqué aquí, otras no… y después de ver mi estado anímico este fin de semana, he decidido volver a mi «clínica espiritual de desintoxicación».
Esta persona me da una de cal y veinte de arena y eso a mí me está matando por dentro. Yo ya he dicho, y he reconocido a mis amigos conoceedores de esta situación, que a mi me gustaba el juego, y he jugado hasta ahora, pero ahora no, ya no. Esta situación me hace daño, me he dado cuenta de que por su culpa me he rebajado más de lo que habría imaginado que yo podría hacer. En más de un momento he pensado «no me importaría ser la otra» y eso es lo peor que puede pasarme, descalificarme yo de este modo, sabiendo que siempre he tenido muy claras las cosas, no se lo perdono. Gracias mis amigos y a mi vuelta a la cordura, no he llegado a ser la otra en ningún momento, en ninguno y por eso estoy algo más tranquila! Aunque la rabia que tengo dentro no termina de irse…
Una persona no puede decirte las cosas que a mi me ha dicho, y cambiar de opinión de la noche a la mañana. Hacerme sentir especial un día y al siguiete tratarme como si nada, o ni tratarme. ¿Y tú dices que soy importante para ti? ¿Que soy lo mejor de tu vida en este momento? Pues a saber cómo tratas a lo que consideras lo peor de tu vida… Debo tener un sensor especial para atraer a los hombre bipolares porque por más que lo intento, lo pienso y lo reviso, no lo entiendo.
Cuando releeo nuestras conversaciones…. no sé que pensar, he puesto todos los tonos posibles: sarcástico, romántico, hipócrita, enfado… y aún así es lo mismo… sigo sin entenderlo 
Estoy dolida, mucho y cuando estoy herida soy como un animalillo, muerdo. He pasado del «amor» al «odio» (son palabras mayores, me refiero de la ilusión a la desilusión), en pocos días y como siempreeeeee, así me va. Tengo rabia, no quiero ni que me hable, ni que me mire, porque no tiene derecho a hacerlo y mucho menos tiene derecho a hacerme sentir así, pequeña y débil.
Soy conciente de lo que me espera: tardes de angustia, sensación de sentirme observada y de miradas a escondidas… pero sé que esa angustia será cada día menor… es un desengaño más… salvo que este duele porque en ningún momento hubo indicios de que fuera a terminar así…
En fin… día 1 de desintoxicación (creo que es la quinta vez que es el día 1, pero espero que sea la última)
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