Pues eso señores, que ya tengo 26 años, recién cumplidos, salidos de horno hace apenas dos días y yo la verdad, es que me siento la mar de bien!!
No han empezado nada mal. Mi auto-regalo fue un viaje a Strasbourg (del que ya os hablaré en otra entrada) y me lo pasé genial en compañía de una gran amiga. Volví justo el día antes de mi cumple por lo que no tuve que ver a mi madre loca perdida preguntándome cada dos horas qué quería de regalo ni viendo como lo que me habían comprado lo escondían por toda la casa.
El día de mi cumple (el miércoles) empezó al sol… estuve todo la mañana en una zona de mi ciudad bajo un sol abrasador trabajando… a la hora de comer me fuí con una compañera a por algo de comida basura y por la tarde fui a casa y descubrí mi sorpresa! Me habían hecho una piñata en forma de conejito y me habían regalado un conejo, entre otras cosas.
A lo largo del día recibí felicitaciones en persona, por teléfono, mensaje, audios, redes sociales… por todos los medios para alegrarme el día. Desde aquí gracias a todos los que lo hicistéis 😉
Y poco más, tras soplar las velas, de nuevo a la cama, el día empezó y terminó bien, con algunos altibajos pero contenta!