Esos días parecían sacados de una historia, por desgracia se parecía demasiado a las típicas historias de amor que tanto se cuentan. Pero en cuestión de segundos, tal como empezó esa historia de amor, llegó a su fin…
– ¿De verdad crees que esto es un cuento de hadas? – Gritaba a una jóven con los ojos vidriodos – ¿Que yo soy tu príncipe azul que acude a rescatarte en un caballo blanco de todos los males que te acechan?, venga por favor… –
– No – contestó ella mientras la primera lágrima caía por su mejilla – Noooo, pensaba que esto era mucho más que un simple cuento de hadas, que tú serías un hombre, no un crío, el hombre que me ayudaría a afrontar mis problemas estando a mi lado. Pero al parecer esto tiene más de cuento de hadas que de realidad, porque ha sido todo una mentira.