El profesor y el café

Un cuento para dormir bien y reflexionar:

Un grupo de estudiantes se reunieron para visitar a un viejo profesor de la universidad, una vez en su casa la conversación se concentró en quejas sobre el estrés en el trabajo y la vida. El profesor fué a la cocina a preparar café y regresó con un termo y una variedad de tazas de porcelana, plástico, vidrio, algunas comunes, otras caras, algunas exquisitas y les pidió a los alumnos que se sirvieran ellos mismos.

Cuando todos los estudiantes tuvieron una taza en la mano el profesor dijo:

– Si se han fijado, todas las tazas bonitas y caras han sido cogidas, dejando atrás las comunes y baratas, aunque es normal que quieran sólo lo mejor para ustedes, ese es el origen de sus problemas y estrés.

Lo que en realidad querían era café, no la taza, pero conscientemente cogísteis las mejores tazas y las estuvieron comparando con las tazas de los demás, fíjense bien, la vida es café, pero sus trabajos, el dinero y su posición social son las tazas, las tazas son sólo herramientas para sostener y contener vida, pero la calidad de la vida no cambia, a veces al concentrarnos sólo en la taza dejamos de disfrutar el café que hay en ella, por lo tanto, no dejéis que las tazas os guíen… mejor gozar el café…

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Un día de esos

Hoy es un día de esos en los que no sé si será por el calor, por el cansancio, o simplemente porque se trata de mí, pero he cambiado de opinión como veinte veces en lo que va de día…

Hoy es un día de esos en los que estoy bipolar perdida, ah nop, bipolar no, que es un adjetivo que para nada tiene que ver conmigo y puedo ofender a gente que sufra este tipo de trastorno!! A ver… estoy indecisa perdida, me sonaba mejor bipolar pero bueno… acepto «indecisa» como adjetivo para el día de hoy…

Esta mañana estaba enfadada, primero por tener que madrugar pero eso es algo habitual en mí cuando me despierto antes de las 11, pero en realidad me he despertado enfadada porque me he dado cuenta de que desde hace unas semanas me da igual lo que pase a mi alrededor. «¿Y que hay de malo en ello?» preguntaría una voz aguda y a mayor nivel que las demás, «no pasa nada por centrarse en uno mismo de vez en cuando y olvidar lo que sucede a nuestro alrededor» añadiría dicha voz (leerlo en plan voz malvada de cuento sino, no tiene el mismo efecto). Pues bien, no es que me disguste ser «egoísta» me ha molestado el tener que llegar a este punto de pasotismo en mi vida. Viene de un proceso que dura exactamente 2 semanas pero que se resume en dos frases, porque en una sería muy larga y hay que hacer pausas para respirar.

La frase/ecuación es: Estoy mal, «nadie» se entera porque «nadie» sí que es egoísta y pasa de mí durante X tiempo. Y como mi antigua yo sigue saliendo, me como la cabeza en pensar el porqué de que «nadie» durante una semana pase de mí… pero llega el día en el que me da igual lo que haga «nadie» y paso de todo para pasar a ser un «nadie egoísta».

A estas dos frases compuestas y algo farragosas se le suma un alto nivel de irritabilidad que me inunda a causa de esas dos semanas, y todo me molesta por partida doble…

Hoy es un día de esos en los que si «nadie» me sonríe puedo pensar que lo hace porque de verdad quiere sonreír conmigo, o lo hace por falsedad y no sé cuál de las dos opciones me gusta menos, porque para mí que «nadie» esté en los buenos momentos, en las risas, no me sirve de nada…

Hoy es un día de esos en el que según me ilumine el sol, la temperatura que haga y las ganas de hacer pis que tenga, puede ser un día bueno o muy malo!!!

Un besito a todos esos «nadie»!!!

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