Fin por decirlo de alguna manera. Fin a una historia que no llegó a comenzar. Y digo que no llegó a comenzar porque para mí (ojo, aquí muchos discreparán) no se puede empezar nada entre dos personas sin mirarse a la cara, sin ser completamente sinceros y sin ser amigos antes de intentar ser algo más. Se acabó, esa es la conclusión, no voy a entrar en detalles porque no quiero comenzar una pelea con esa persona que no se siente cómoda cuando hablo de ella y nuestras «intimidades» aquí, pero que no ha movido un dedo por intentar conocerme en persona.
No le he visto nunca, no le he mirado a los ojos, no he escuchado siquiera su voz y aún así me ha hecho llorar. Un pena la verdad, pero hasta aquí llegaron las penas.
Uno menos, uno más…