– ¿Te acuerdas de la noche que nos conocimos?- Pregunta Julian mientras sujeta la mano de su mujer, sentada al borde de la cama.
– Si – dice ella – en la fiesta que hizo Soledad en la playa. Juntos vimos pasar una estrella fugaz, yo pedí como deseo que me besaras y por suerte es lo que hiciste al segundo de bajar la mirada del cielo. Te lo conté pocos días después cuando me pediste que fuera tu novia y después en el brindis de nuestra boda. Pero tú nunca me contaste que deseo pediste esa noche. ¿Qué deseo pediste Julian? –
– Pedí justo esto, poder pasar toda mi vida junto a ti, casarnos, tener hijos, malcriar nietos y vivir cada instante a tu lado, justo todo lo que me has dado hasta ahora mi amor, siempre, desde aquel día en la playa, porque desde esa misma noche, me enamoré de ti. Te quiero –
– Te quiero amor – contestó ella. Julian cerró los ojos y soltó su mano.
En ese instante, una estrella fugaz cruzó el cielo.
…

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