Lo que no ves…

«Antes de que amaneciera, salí huyendo de tu cama. En tu espejo un testamento:
«No nos queda nada»»

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Qué fácil sería todo si en la vida real se pudieran borrar las conversaciones como se hace en el WhatsApp, o por lo menos en mi vida, borrar, surpimir, bloquear o eliminar. Así sin más, borrar un momento de sinceridad o un «te quiero» con un click, suprimir el dolor, bloquear los sentimientos en una carpeta, o eliminar a alguien de tu vida con un simple botón ¬¬’

Pero la vida no es tan fácil…

 

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Empezar a soltar

Reconozco que me aferro demasiado a las cosas, o mejor dicho, a las personas. A veces me sorprendo de mi capacidad de imaginación, de cómo con un gesto, una mirada o una palabra, puedo llegar a proyectar un futuro. Jajajajaja quizá esté enferma, sufra de alguna patología rara de ansiedad y fantasia transitoria que me hace ilusionarme de golpe y sufrir de golpe, también cuando veo que lo que imagino no se asemeja en lo más mínimo a la realidad.

No sé el motivo pero me vengo dando cuenta de esto desde hace unos meses, tanto es así que dado que la que termina siempre sola y mal soy yo, he empezado a cortar lazos.

Cuando una persona, no hace falta llamarlo X, cuando YO, me esfuerzo día a día o semana a semana en mandar aunque sea un simple «Hola qué tal vas?» o un «Hola que pases un buen día!» y no hay respuesta, o simplemente soy yo la que siempre manda dicho mensaje, llega un momento en el que me canso. Y ese momento ha llegado, hasta tal punto que he eliminado a gente de las redes sociales y borrado números de teléfono para quitarme un peso de encima. No es una chiquillada, y sinceramente me da igual que alguien lo piense, es una resolución, mi respuesta y mi reacción ante una situación que me ha superado.

Ya lo he dicho alguna vez, he cambiado y mi autoestima también. Todo el mundo está ocupado, hasta yo estoy ocupada casi todos los días, pero si se quiere, se puede. Si quieres sabes cómo está alguien, qué es de su vida, te preocupas y buscas un hueco y sino tienes, en vez de twittear, gastas esos 140 caracteres en mandar un mensaje a esa persona. Al menos es lo que yo hago, es lo que para mi importa. Y me sabe a poco cualquier excusa de «es que a mi no me sale» «no soy tan detallista como tu» «no me acuerdo»… Me río yo. Gracias a dios que no eres como yo, porque sino, sabrías lo que me duelen ciertas conductas… en fin

Querido amig@ si después de leer esto, ves que no te tengo en el fb, en twitter o simplemente te preguto quién eres cuanndo me mandes un mensaje, no te procupes, estoy bien, tan bien que no necesito saber de ti. Un besito

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