El tercer día seguía lloviendo mucho y hacía mucho frío. Pero no paramos de caminar. Fuimos a visitar toda la parte del Danubio, viendo El monumentos de los zapatos.
Comimos por una calle súper turística y esta vez fue pasta no lo típico de Hungría.
Y después de la parada para coger energía, acudímos a ver el Parlamento por dentro.
Y por la noche Baños Termales!!! Muajajajajajaja una relajación, un gusto, un placer… estar ahí en el agua calentita después de 2 días de lluvias y frío. Increíble tener la cabeza a 7 grados y el cuerpo a 38. Repetiría sin dudarlo, fue de lo mejor del viaje 😍😍😍
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