Llevo más de un a semana sin hacer una entrada en este blog y hoy por fin me he armado de valor para hacerlo. Desde el domingo 18 de marzo no consigo conciliar el sueño y noto como mi vida ha dado un giro inesperado.
Una de las personas más importante de mi vida me dejó de la noche a la mañana y desde ese momento nada es lo mismo. He decidido escribir todo recuerdo que tengo hasta el momento de mi padre y de todo lo que he compartido con él porque soy periodista, y como tal, lo mejor que hago es expresarme con palabras. No tengo miedo de olvidarme de él, sé que eso no puede pasar porque me ha enseñado muchas cosas en los 23 años que he pasado junto a su lado. Me alaga que la gente que le ha conocido me digan que me parezco mucho a el, ese es el mejor recuerdo que le daré a mi madre.
Hoy, después de una semana he vuelto a llorar por su pérdida, me he derrumbado al darme cuenta de que quizá no he compartido todos los momentos que podría haber pasado en su compañía. He vivido muchas con él, tantas que todo de un modo u otro me recordará siempre que todo lo que soy se lo debo en gran parte a él, pero no dejo de pensar que, he perdido algunos momentos por orgullo o por egoísmo.
«La suerte es para los débiles» me decía constantemente, esa frase la llevo grabada en el alma y en el corazón, me ha dado su coraje y parte de su fuerza, me ha enseñado a no desaprovechar la vida y a arriesgarme a probar todo aquello que en un primer momento me causa rechazo. Siempre me ha apoyado en mis decisiones pero me ha demostrado que no siempre van a ser correctas y que no todo el mundo estará de acuerdo con lo que haga pero, que si lo que hago a mi me llena y me hace ser mejor persona, lo demás no importa.
Desde hace una semana y tres días estoy constantemente rodeada de cariño y apoyo. Gente que me ha demostrado lo que se preocupan por mi y lo que han querido a mi padre. Su pérdida ha supuesto el reencuentro con personas con las que perdí la amistad hace años y que he recuperado, y conocer a otras personas con las que compartir recuerdos y anécdotas que yo no he tengo de él.
Dicen que uno sigue vivo mientras es recordado, no tengo dudas de que nunca va a desaparecer la imagen que tengo suya, y la imagen de ver a tantísima gente profundamente afectada por su falta porque cuando una persona tiene un corazón tan grande, al dar tanto a tanta gente, a su marcha, deja un importante vacío en todas aquellas personas con las que se han compartido momentos. Sinceramente creo que cualquiera que haya vivido un segundo de vida junto a mi padre o que haya podido disfrutar de su risa y de su alegría, se llevará ese momento de felicidad, porque con sólo verle bromear ya te alegraba el peor día que uno pudiera tener. Y yo me quedo con eso, con esa gran cantidad de recuerdos que he compartido con este gran hombre.
Te quiero papá
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